Fast Company, por Stephanie Vozza, Febrero 1, 2015
Las conversaciones sobre otras personas pueden ayudarnos a identificar qué está mal en nuestras vidas y nuestro trabajo. Entonces, ¿cómo los chismes se ganaron una reputación tan mala?
A todos nos han dicho que los chismes son malos. Las bocas sueltas hunden barcos, como advirtió el afiche de la Segunda Guerra Mundial, sin embargo, los expertos en relaciones estiman que del 65% al 80% de nuestras conversaciones diarias son sobre otras personas.
En su libro Grooming, Gossip, and the Evolution of Language, el profesor de la Universidad de Oxford, Robin Dunbar, sugiere que la práctica de hablar de rumores y eventos personales en la vida de los demás es una herramienta importante de orden y vínculo social.
«Por motivos que no están del todo claros, los chismes han adquirido una reputación decididamente misteriosa», escribe Dunbar. Pero el término “chisme” originalmente no tenía ese significado, explica. Simplemente significaba la actividad que una persona realizaba con personas cercanas a ella.
Utilizado como estaba concebido, los chismes en realidad pueden tener varios beneficios. Aquí hay cinco razones por las que quizás quieras replantear la práctica y usar las conversaciones sobre los demás para siempre:
- IDENTIFICAR LAS CONDICIONES QUE DEBES CAMBIAR
Los chismes a menudo se consideran un problema moral, pero se pueden usar para resolver problemas, dice Deborah Beroset, experta en comunicaciones de Landmark, compañía de capacitación en liderazgo. «Los chismes pueden servir como un indicador de la falta de viabilidad», dice ella. «Prestar atención a lo que sale de tu boca es la mitad de la batalla».
Cuando sientes la necesidad de chismorrear a un compañero de trabajo o amigo sobre algo que te molesta, Beroset te sugiere que te preguntes: ¿Cuál es tu queja debajo de los chismes? Por ejemplo, ¿estás enojado porque tu jefe te está dando más trabajo cuando realmente deberías pedir ayuda? ¿O te molesta que un amigo cancele sus planes cuando realmente quieres saber cómo pasar pueden más tiempo juntos? Identifica el problema subyacente y llévalo a la persona adecuada, afirma.
«Lo que mueve montañas en este mundo es la capacidad de hacer solicitudes poderosas», dice ella. «A menudo, la gente se sorprende de la facilidad con que una simple solicitud puede resolver circunstancias que anteriormente parecían una causa perdida».
- AYUDA A PROTEGER LA SOCIEDAD
Usar chismes para alertar a los demás sobre posibles problemas puede reducir las posibilidades de que las personas que no están preparadas sean víctimas. La actividad también proporciona una forma de excluir a los delincuentes, según un estudio reciente en la Universidad de Stanford publicado en Psychological Science. «Los grupos que permiten a sus miembros chismorrear mantienen la cooperación y disuaden el egoísmo mejor que aquellos que no lo hacen», dijo Matthew Feinberg, investigador postdoctoral y coautor del estudio. «Y a los grupos les va mejor si pueden cotillear y aislar a los miembros indignos de confianza. Aunque ambos comportamientos pueden ser mal utilizados, nuestros hallazgos sugieren que también cumplen funciones muy importantes para los grupos y la sociedad».
- ALIVIA EL ESTRÉS
Otro beneficio de los chismes es que alivia la ansiedad. En un experimento, los investigadores de la Universidad de California, Berkeley encontraron que los participantes que presenciaron a alguien comportarse mal experimentaron estrés y un aumento en la frecuencia cardíaca. Sin embargo, advertir a otros sobre lo que vieron disminuyó el efecto.
«Difundir información sobre la persona que habían visto que se comportaba mal tendía a hacer que las personas se sintieran mejor, calmando la frustración que impulsaba sus chismes», dijo el psicólogo social Robb Willer, coautor del estudio publicado en el Journal of Personality and Social Psychology.
- AYUDA CON LA AUTOEVALUACIÓN
Todos los chismes no tienen que ser negativos. Investigadores de la Universidad de Groningen en los Países Bajos estudiaron los efecto positivos y negativos de los chismes, y descubrieron que escuchar buenas historias sobre los demás proporcionaba motivación para la superación personal. Los chismes negativos también fueron útiles, ya que brindaban información sobre qué no hacer para arriesgar su reputación. Recibir chismes sobre otras personas es una valiosa fuente de conocimiento sobre nosotros mismos, porque nos comparamos implícitamente con las personas con las que escuchamos en chismes, dijo Elena Martinescu, autora principal del estudio publicado en Personality and Social Psychology Bulletin.
- AYUDA A ESTABLECER LA COOPERACIÓN Y LA CONFIANZA
Los chismes también pueden ser un factor clave en el desarrollo de la confianza y la cooperación, dice Derek Arnold, instructor de comunicación en la Universidad de Villanova.
«Compartir información ‘privada’ puede establecer relaciones entre personas para que continúen confiando mutuamente», dice. «Es más probable que trabajen juntos en otras actividades».
En la Universidad de California, en el estudio de Berkeley, los investigadores también concluyeron que cuando las personas aprenden sobre el comportamiento de los demás a través del chisme, usan esta información para alinearse con aquellos considerados cooperativos.